Alta sensibilidad: Dejar de luchar y empezar a vivir (I)

«La vida es dura», «En esta vida hay que luchar mucho», «La vida es un sacrificio»… ¿Te suena?

Nuestros padres (al menos los que ahora somos treintañeros, y tenemos padres que crecieron mayoritariamente en los años 50 y 60) se criaron en el paradigma del sacrificio y del bientener. Crecieron en la posguerra. Había miseria. Cargas familiares duras. La mayoría de nuestros padres no pudieron decidir a voluntad lo que querían hacer con su vida. Simplemente sobrevivieron, y se formaron, en muchas ocasiones, no para ejercer una vocación, si no para ir construyendo un patrimonio. Porque ellos no nacieron con patrimonio. Ellos nacieron en situaciones de escasez, de pobreza.

Cámara rápida a los años 80 y principios de los 90. Nacemos nosotros, los ‘millennials‘. Los que ahora tenemos entre 25 y 40 años, aproximadamente. Nosotros nacimos en familias que mayoritariamente, tenían un patrimonio mínimo. Al menos, no pasamos hambre. La visión de la vida que nace de haber nacido en una posguerra, a haber nacido en los años 80, es tremendamente distinta. Muchos de nosotros no aspiramos a luchar por construir un patrimonio, si acaso sólo pretendemos mantenerlo. Nosotros, freelancers, emprendedores, creadores y otros profesionales del siglo XXI, queremos vivir una vida que nos pertenezca. Ser libres. Tomar nuestras propios decisiones y tener un estilo de vida que se adapte a nuestras necesidades. Tener calidad de vida. Es lo que Borja Vilaseca denomina del paradigma del bientener al paradigma del bienestar.

¿Y además, qué tiene que ver todo esto con la alta sensibilidad?

Las personas altamente sensibles crecemos, per se, en un paradigma de lucha. Porque, si no crecemos en un entorno que respete y entienda la alta sensibilidad, nos desarrollamos bajo la creencia que debemos adaptarnos a un tipo de vida y una forma de hacer que no es para nosotros. Y esto, nos supone una lucha constante.

Una de las claves de vivir una vida plena con alta sensibilidad, a parte de integrar el rasgo de forma sana, etc. es dejar de luchar contra todas aquellas cosas que te hacen altamente sensible (y también las que te hacen tú) y empezar a FLUIR con ellas.

¿Y cómo se hace esto?

Cómo respetar y fluir con tu alta sensibilidad

Tu cuerpo es el que es, tu sistema nervioso es el que es, y tu mundo emocional es el que es. No hay nada que arreglar. No luches contra él. Sólo debes conocerlo, aceptarlo y respetarlo el máximo que puedas según tu día a día y tu propia realidad.

Esto se traduce en:

– Cuida de tu cuerpo y conoce tus necesidades. No lo fuerces. Respétalo. Duerme lo necesario.

– Ve detectando cuándo y cómo te saturas y, en la medida que puedas, intenta tomarte pequeños descansos antes de llegar al punto de no retorno en el que la sobreestimulación se convierte en saturación. A veces es tan sencillo como parar 15min, hacerte una infusión y centrarte en tu respiración.

– Tanto si eres introvertido como extrovertido, pero, especialmente si eres introvertido; respeta el tiempo de soledad que necesitas todo lo posible. Los introvertidos, sean sociables o no, se recargan y recuperan su energía, en soledad. Los extrovertidos se recargan al estar con gente.

– No luches contra tu forma de sentir. Aprende a REGULAR tus emociones. No a evitarlas ni exacerbarlas. Puedes leer más sobre regulación emocional en Regulación emocional – o el arte de fluir con tus emociones.

– Disfruta de la creatividad que nace de la alta sensibilidad y de tener como predominante el hemisferio derecho. Pon esto a tu favor, en vez de tenerlo en contra. Incluso hay tareas de ‘hemisferio izquierdo’ que se pueden realizar desde el hemisferio derecho si se te da mejor. Y luego pasarlas a un plano más lineal o estratégico. ¿Has visto a esta chica? Es especialista en ayudar a artistas a crear planes de negocio utilizando herramientas creativas.

– Encuentra espacios de expresión en los que poder SER y expresar libremente tu creatividad y tus emociones. Yo bailo y dibujo. Bailar me libera. Y dibujar me ayuda a contactar conmigo ¿Qué te libera a ti? ¿Qué te ayuda a contactar contigo?

– Encuentra también actividades que te relajen. Hablo de las actividades que nos relajan, nos nutren y nos expanden en Alta sensibilidad: tu mundo interior.

– Intenta construirte un estilo de vida que se adecúe a tus necesidades, en vez de adaptarte a un estilo de vida ‘tipo’ que no es para ti. Hablo de esto en Alta sensibilidad: cómo respetar los propios ritmos vitales.

– Cuida tus vínculos. Rodéate de gente que te haga bien. Los vínculos son importantes para tod@s, pero para las PAS tener vínculos íntimos es especialmente vital y, además, las personas altamente sensibles nos ‘impregnamos’ de lo que nos rodea, incluyendo aquello que emana de las personas que nos son más cercanas. Escoge sabiamente de qué personas te rodeas.

– Nútrete. Para poder sobrevivir físicamente, necesitamos comer. Para poder vivir desde un lugar de plenitud, necesitamos estar ‘nutridos’, a nivel intelectual, emocional y espiritual.

– En resumen, vive a través de y con tu alta sensibilidad. No ‘a pesar de’ ella o ‘en contra de’ ella.

Se da un gran cambio de creencia cuando uno pasa de sentir que la vida es una lucha, o un sacrificio, en el que se debe ‘aguantar viento y marea’, a sentir que la vida es un viaje en el que uno debe, sobre todo, respetarse a si mismo y respetar a los demás. Y que tiene derecho a una vida plena. Por lo que yo he aprendido (puede estar equivocada 😉 ), de eso va realmente la vida. De respeto y de compromiso con nuestro propio camino personal, y de máximo respeto por la forma de ser y el camino personal de los demás.

Y es en base a este respeto, esta autenticidad y este compromiso con uno mismo, que uno se construye una vida acorde con quien es, y se encuentra, y rodea, de gente acorde con quien es. Y sí, claro que el esfuerzo y la constancia forman parte de construirse una vida con sentido. Pero se trata de eso, de constancia, de ir un pasito más allá cada dia; no de luchar como un condenado ni de terquedad.

Has venido a este mundo a ser quien eres. Si eres PAS, parte de la riqueza que puedes aportar al mundo esta ligada a las características que se desprenden de la alta sensibilidad. Para poder hacer esto, necesitas respetarte. Vivir agotado y en contra de tus propias necesidades, no te hace bien ni a ti ni le hace bien a tu entorno. Sí, todos sabemos que hay momentos y situaciones en la vida que no dan pie a tener margen de decisión. Pero, siempre que puedas, decide a favor de tu bienestar. Decide a favor de tu propio camino personal. Decide a favor de tu libertad. Siempre con un respeto máximo hacia el camino y la libertad y las necesidades de los demás.

La vida no es una lucha. Es un aprendizaje. Cuando “luchamos”, vivimos eternamente saturados o en modo supervivencia, o en contra de quienes somos, no sólo nos agotamos. No sólo nos hacemos daño. Nos perdemos el paisaje, las sorpresas, el poder ‘atisbar’ nuevas posibilidades. A veces hay otros caminos posibles, pero no los vemos porque estamos demasiado saturados, cansados u obcecados en seguir en el camino que conocemos. No te pierdas el paisaje. No te pierdas el descubrir otros senderos que pueden resultar, a la larga, más sanos y beneficiosos para ti.

Un fuerte abrazo,


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    Un comentario en “Alta sensibilidad: Dejar de luchar y empezar a vivir (I)

    1. MUY BUEN ARTÍCULO! 🌷✨ Lo encuentro tan sanador… cambia la percepción de la vida y promueve nuestro propio cuidado. Gracias! 💚

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