
Muchas personas altamente sensibles tenemos tendencia a ser perfeccionistas. Nos fijamos en muchos detalles y guardamos en la memoria, y cuando es hora de hacer un trabajo, tomar una decisión, acudimos a toda esta información almacenada y tal vez queramos ponerlo todo en práctica, de la mejor manera posible.
El perfeccionismo se ‘materializa’ de muchas maneras: pasarte largas horas dejando un trabajo ‘perfecto’, buscar las palabras ‘perfectas’ para transmitirle a alguien lo que sientes, buscar el color ‘perfecto’ a un diseño; indagar en tu marisma emocional, mental y espiritual para encontrar la solución ‘ideal’ a un problema, pasarte meses pensando en cuál sería la solución ‘ideal’ a una situación vital por miedo a equivocarte, montarte mapas mentales en tu cabeza de como la decisión ‘a’ puede desembocar en ‘b’, ‘c’, ‘d’ y lo de más allá y cómo afectará a todos los implicados y todos los escenarios vitales que se pueden dar a partir de ahí y cuál sería la opción ‘perfecta’. Sip, estas son varias de las «películas en busca de la perfección» que podemos montarnos. Es todo un mundo.
Ser ‘perfeccionista’ no es malo, per se. Mientras haya una especie de equilibrio entre el gasto energético que implica y la importancia que realmente tiene aquello en lo que estás gastando la energía; o tu capacidad real de control sobre aquello en lo que estás intentando ‘ser perfecto’. Todos somos libres de gastar nuestra energía en lo que nos dé la gana; pero si llega un momento en el que esto nos produce cierto agotamiento desmesurado, o cierto sufrimiento o incluso obsesión o necesidad excesiva de control, entramos en terreno pantanoso.
Hay muchos tipos de amor por el detalle y de ‘perfeccionismos’. Algunos no son tan evidentes como otros.
Por ejemplo, en mi caso personal, me di cuenta hace años que, aunque por aquel entonces creía haber dejado atrás cierto perfeccionismo, porque había ido reduciendo un perfeccionismo más obvio, como aquel perfeccionismo que se da en el campo académico, tenía un ‘perfeccionismo moral’ muy pronunciado. Le daba muchas vueltas a cómo hacer las cosas de forma impoluta desde el punto de vista moral. Esto no es nada malo, lo que pasa es que si intentas encontrar la solución ‘objetivamente perfecta’ (lo que nos suele pasar a las PAS al tomar decisiones, cuando aún no hemos conectado con nuestra brújula interior y nuestra intuición), te puedes volver loco. Ante cualquier situación, hay varias opciones moralmente adecuadas; ante cualquier decisión, hay varios caminos posibles, y lo ideal es siempre encontrar la opción o respuesta más válida PARA TI.
¿Qué se esconde detrás de una actitud perfeccionista?
Se esconden muchas cosas detrás de una actitud perfeccionista: la falta de autoestima, la necesidad de control, el miedo al ridículo (que tiene que ver con la falta de autoestima), etc., pero lo que yo creo que es común y más predominante es lo siguiente:
Buscar la validez en algo externo a ti
Ya sea un trabajo, un dibujo, una actitud moral, lo que sea. Aspiramos a hacer algo perfecto porque necesitamos demostrarnos algo, porque necesitamos validarnos a nosotros mismos en algo externo a nosotros.
La única salida que tiene esto es: encontrar la validez dentro de ti, sin necesitarla en nada externo. Ahí es cuando empiezas, también, a actuar simplemente, según tus propias ‘normas’ (que no son ‘normas’ en realidad), según tu propia validez, y te la ‘repampimfla’ lo demás.
La única perfección alcanzable está en la autenticidad
¿Quieres ser ‘perfecto’? – sé TÚ. Y sí, esto está muy de moda ahora y hay muchas imágenes cuquis con la frase ‘Sé tú mismo’, pero te voy a contar por qué 😉
El camino de esta vida, visto desde un punto de vista existencial, de aprendizaje vital, yo creo que está en dos cosas fundamentales.
Primera:
– adquirir sabiduría (que no conocimiento, éste es uno de los grandes ‘fallos’, según mi opinión, sobre el cual se sustenta la sociedad occidental actualmente)
El conocimiento es algo como ‘objetivo’. Son conceptos, información, etc. Es lo que TE HAN ENSEÑADO. La sabiduría es todo lo que te han enseñado, todo lo que has vivido, todos los inputs que has ido recibiendo… filtrado por ti. La sabiduría es LO QUE TÚ HAS APRENDIDO.
Si lo que te han enseñado y lo que has aprendido es lo mismo… falta algo esencial en la ecuación: TÚ.
El conocimiento es algo que lees o te explican y dices ‘esto me gusta, me lo apropio’. Viene de fuera. La sabiduría es crear una conclusión nueva a partir de lo que has vivido, lo que has leído, lo que has aprendido. La sabiduría viene de dentro.
Para adquirir sabiduría necesitas (y esta es la segunda cosa fundamental)
– conocerte a ti mismo; conectar contigo… para ser el dueño de tu vida, el dueño de tus opiniones, de tus creencias y de tu camino
La perfección es subjetiva, es distinta para cada cuál y depende de cada observador – la única perfección alcanzable (y sana) es simplemente, encontrar aquello que es perfecto para ti (y que además respeta a los demás, si la decisión implica a otras personas).
Según estas premisas, la perfección ‘existencial’ radicaría en aprender todo lo que puedas en cada momento, y conocerte lo suficientemente bien, como para integrarlo desde quien eres, para poder luego ponerlo en práctica siendo perfectamente tú. Y, con ello, hacer las cosas como sólo tú puedes hacerlas, y aportar tu granito de riqueza a este mundo.
El próximo día te hablaré de cómo poner tu alta sensibilidad al servicio de la sabiduría, y te daré algunos consejos para encontrarte a ti mismo en medio del mar de estímulos que a veces resulta el mundo. (continuará)
¿Te ha gustado este post? ¿Quieres ir recibiendo en tu bandeja de entrada los nuevos posts y novedades de Feel&Color? ¡Apúntate!
Hola, cómo estás? Muy buena publicación, me siento muy identificada. Muchas gracias por tu aporte!
Abrazo,
Made
Madelon, estoy bien, muchas gracias 🙂
Espero que tú también lo estés 🙂 🙂 Me alegro de que te haya gustado el artículo.
Un abrazo enorme,
Clara
Tienes razón. Ser sabia significa poner el conocimiento a tu servicio. Cuántas veces hemos intentando integrar en nuestra vida algún hábito, consejo o recomendación sin tener en cuenta lo que es bueno para nosotras. No a todo el mundo le vienen bien las mismas cosas. Un abrazo, Clara.
Exacto!!!
Por ejemplo, hace como diez años estuve haciendo terapia con una psicóloga e integré un montón de herramientas que no eran para mí. Lo que me costó darme cuenta de eso y deshacer el camino que había hecho sin sentido; para encontrar EL camino.
Un abrazo enorme Belén. Gracias por comentar <3
Me ha encantado tu artículo, Clara. Una vez más!
Cuánta Energía perdemos con el perfeccionismo! Cuánto que aprender en ese campo todavía.
Y cuanta incomprensión genera muchas veces en nuestro entorno… que nos ve como unos maniáticos sin remedio!
Paz, amor, autoestima, respeto… y que no hace falta que todo todo sea «perfecto».
Cada persona es una perspectiva.
Gracias!
Sergi, gràcies pel comentari 🙂
Me alegro de que te haya gustado el artículo. Sí, gastamos muchas energías en el perfeccionismo, igual que en otras cosas que en realidad no están tanto en nuestro control como nos creemos. O que no son tan transcendentales; como dices, cada persona es una perspectiva, y cada uno vive las cosas desde si.
Jajaja sí. Se nos ve que ‘le damos muchas vueltas a las cosas’, que ‘para qué’. Afortunadamente ahora hay mucha gente en mi vida que lo entiende o, si no lo hace, no juzga; pero hubo épocas en las que sentía que me tenía que defender de los juicios de un mundo para el que yo era ‘demasiado intensa’.
Paz, amor y aprendizajes.
Una abraçada molt forta,
Clara
M’encanta aquest post! D fet, últimament reflexiono sobre la saviesa. L’objectiu viral que està de moda és ser feliç, està bé, però com? Crec que la felicitat és una conseqüència… Per mi, el camí es fa caminant amb saviesa i valentia. Com molt bé dius, integrant coneixements i experiència per ser cada vegada més savis. Gràcies Clara. Una abraçada enorme!!!
Hola Ramon!
Me n’alegro que t’agradi!
Crec que saviesa i coratge són CLAUS, com comentes tu. La clau per construir-se una vida autèntica. I per estar en pau amb un mateix.
Gràcies a tu per comentar, una abraçada gegant per a tu també!!
Me ha gustado mucho! Eso de que la perfección simplemente está en ser nosotros mismos, me lo quedo. GRACIAS, CLARA!!!!!!! ❤️❤️❤️❤️❤️
De nada 😉
Gràcies Clara. Tant jove i quina saviesa que tens. M’ha ajudat molt el teu article, continuaré llegin.te. Molt identificada en tot el que dius. Me ha llegado al corazón:
«hacer las cosas como sólo Tú puedes hacerlas»
Maria José, me n’alegro que t’agradés!
Últimament estic més per Instagram, tot i que per aquí he començat a publicar coses noves, també.
Em pots llegir també a https://www.instagram.com/clara.ortillovich/
Una abraçada i gràcies per les teves boniques paraules. Semblo molt jove però no ho sóc tant. En tinc 37 😉