En el post anterior te hablé de Michael Pluess y de como las PAS experimentamos nuestra sensibilidad de adult@s según las experiencias que tuvimos de niñ@s. Y te hablé de la prevalencia de la sensación de indefensión aprendida en las personas altamente sensibles y de las consecuencias que trae consigo.
Cuando una persona que durante toda su vida ha sentido que no había margen de maniobra, que la vida es la que es, que luchar por y para su visión es de ingenuos, pasa a darse cuenta de que SÍ merece luchar por sus necesidades y motivaciones y SÍ hay un margen de libertad para que esto tenga cabida y buenos resultados en su vida, se da un gran cambio de perspectiva a nivel vital.
Como persona altamente sensible, lo que seguramente aprendiste, sobre todo si creciste en un entorno donde no se respetaba -ni valoraba- tu sensibilidad, es que:
- Que tu sensibilidad ‘está mal’
- Que la adaptación al medio va antes que el respeto hacia ti mismo
- Que no vas a sobrevivir en este mundo si sigues siendo ‘así de sensible’
- Que ni tú ni tu sensibilidad sois válidos, que hay una cierta inadecuación en ambos y que es algo que arreglar
- Que, por ende, no puedes ni debes vivir desde quien tú eres
- Que en este mundo ‘hay lo que hay’, y no tienes más remedio que adaptarte o directamente tener una vida que no quieres, no deseas, y que no te hace feliz (esto va más allá de la alta sensibilidad, es una idea con la que hemos crecido la mayoría)
- y por tanto, que te debes conformar con lo que te llegue, y estar agradecido si al menos tienes un trabajo, un techo y ‘haces más o menos lo que hace la gente “normal” ‘ -básicamente, si tienes una forma de SOBREVIVIR (que no, vivir)-
(y sí, tener trabajo y casa es BÁSICO, sin comida y un hogar no se puede hacer nada; pero hay el tema es que, a veces, hay muchas más maneras de tener casa y hogar sin malvivir, de las que podemos imaginar inicialmente. Muchas más maneras de poder sobrevivir, integrados en el mundo, según ‘las reglas del juego’, sin por ello tener que ir en contra de nosotr@s mism@s.
Lo cierto es que, o, al menos, mi experiencia me ha enseñado que:
- Tu sensibilidad está bien, simplemente debes integrarla en tu vida de una forma sana y razonable (Pronto sacaré una guía sobre cómo hacer esto con pasos sencillos)
- Tus necesidades son válidas, es sano entenderlas y respetarlas y tienes derecho a luchar por la vida que quieres. Estas necesidades varían a lo largo de la vida y; en algunos casos, si tienes necesidades que reflejan carencias o son difícilmente asumibles, puedes trabajarlas SI TÚ QUIERES para aspirar a una vida más sencilla, más fácilmente asumible.
- La clave en este mundo, y esta vida, está en integrarse, no en adaptarse (puedes leer más sobre adaptación vs. integración en Alta sensibilidad: Cómo respetar los propios ritmos vitales y ¿Cuál es tu súper poder?)
- Luchar por una vida que respete tus necesidades y en la que puedas vivir libremente a través de y desde quien eres (incluida la alta sensibilidad), es una de las cosas más inteligentes que puedes hacer por tu bienestar, tu felicidad -y, en la mayoría de ocasiones, por el de las personas que te rodean-. Y es la única manera en la que de verdad podrás aportar cosas únicas al mundo desde quien tú eres.
Esto no significa que no debas ser consciente de cómo funciona el mundo realmente o de lo que necesitan los demás, y respetarlo (a parte de lo que necesitas tú). Significa vivir desde un lugar de autoconsciencia y autoaceptación para poder operar desde quien eres. - Todo esto te llevará a sentirte empoderado (y responsable de tu vida y tus decisiones) vs. indefenso.
Dar validez a tu sensibilidad y a otras partes de ti es un proceso lento. Y no sólo sirve con que alguien te diga ‘eres válido’ y tu sensibilidad es válida, si no que es necesario que te vayan pasando cosas que reafirmen esta validez. Por ejemplo, si siempre has vivido bajo la creencia de que debes mantener trabajos que no te llenan y te desgastan sobremanera, cuando te atrevas a apostar por otro modelo de vida, y realmente apuestes por ello, es necesario que surja en tu vida una pequeña luz, una pequeña posibilidad, de poder vivir de otra manera, de poder vivir a través de un trabajo que no implique malvivir y que sea más fiel a ti. Si esto no pasa, es muy fácil, y muy lógico, que la idea de tu validez o de la validez de tus necesidades se quede en una mera idea, una ilusión, que no parece que sea posible o real.
Cómo pasar de la indefensión al empoderamiento (como PAS)
Listo algunas de los cambios que me han ayudado a mí. Los he dividido en pasado, presente y futuro, depende de dónde está su enfoque.
PASADO: todo aquello que conlleva integrar las heridas del pasado y de tu infancia para empoderarte, en vez de para sentirte indefenso
1. Redefine o revalúa tu pasado para dar un nuevo significado (sanador) a muchas de las cosas que te sucedieron. Es necesario que des validez a todas aquellas necesidades que tenías de niñ@ y que se fueron deslegitimazadas por los adultos que estaban a tu cargo, para que también puedas dar validez a las necesidades que tienes en el presente. Te explico como reescribir los mensajes de la infancia en Alta sensibilidad: Reescribiendo los mensajes de la infancia. Elaine Aron, en su libro The Highly Sensitive Person’s Workbook (traducido al español como «Manual de trabajo para la persona altamente sensible», también da muchos consejos para reenfocar las heridas de la infancia a fin de cambiar la historia y el discurso que nos narramos a nosotr@s mismos.
Esto te ayudará a vivir desde la validez personal en vez de desde la indefensión aprendida
PRESENTE: todo aquello que conlleva ver tu alta sensibilidad desde el empoderamiento en el día a día
2. Empieza a ver la sensibilidad como un regalo, en vez de verla como un problema o un obstáculo. Dicho de otra manera, conectar con lo bueno de la alta sensibilidad.
Vale, que seas sensible hace que las cosas te afecten más. Probablemente, también hace que seas más creativ@ o te resulte fácil crear vínculos íntimos con los demás. ¿Qué puedes hacer con las cosas buenas que sí tiene tu sensibilidad? CAMBIAR ESTA PERSPECTIVA ES SÚPER IMPORTANTE SOBRE TODO A NIVEL PROFESIONAL, O EN TU PAPEL COMO PADRE, O COMO AMIG@. Tal vez no serás el profesional más eficiente del mundo, ni el papá o la mamá más organizada o con más energía, pero puedes aportar en aquello que realizas y a las personas que te rodean, cosas que otr@s no podrían. Por ejemplo, tengo una amiga que es PAS y es fotógrafa. Me confesó hace un tiempo que cuando su hijo era pequeño, a veces se sentía mal porque siempre le ha costado organizarse y a veces le preparaba la cena un poco tarde, o se quedaba absorta en lo que estaba haciendo y se despistaba de los quehaceres más ‘prácticos’. Ahora su hijo es adolescente, y hace unos dibujos impresionantes. Tiene una relación con su madre que es bellísima. Esta madre, tal vez no ha tenido la cena en la mesa a las 21h todos los días. Pero le ha dado mucho amor a su hijo. Ha creado un vínculo de confianza increíble con él. Este niño ha crecido en un ambiente que rezumaba creatividad. Nadie espera que seas alguien que no eres. Sólo que con las cualidades que la vida te ha dado, hagas lo que puedas en cada momento. Muchas veces, eso es más que suficiente.
Esto te ayudará a vivir desde tu riqueza personal o abundancia en vez de desde la escasez y la indefensión aprendida.
Una vez conectas con lo bueno de la alta sensibilidad, es más fácil respetar quien eres, las necesidades de tu cuerpo y dar legitimidad a tus motivaciones y anhelos. ¡Seguimos!
3. Pregúntate que necesitas en vez de qué deberías hacer. Dicho de otra manera: cuidarse, respetarse, SER.
Por ejemplo, la sociedad nos marca que debemos trabajar 40h a la semana. Si además tienes hij@s o familiares a tu cargo, y eres PAS, lo de trabajar 40h es una auténtica burrada. Vale, no significa que puedas llegar a no trabajar esas 40h. Pero, sólo con el hecho de plantearte las formas POSIBLES en las que podrías generar otros ingresos, etc. tal vez llegues a alguna conclusión de cómo mejorar un poco tu calidad de vida. Si crees que hay cambios posibles que se puedan hacer, tendrás muchas más posibilidades de aplicar cambios en tu vida, aunque sean parciales, que si crees que no es posible hacer nada que te acerque a una vida más amable contigo.
Puedes leer más sobre cómo respetar tus necesidades y ritmos en Alta sensibilidad: Cómo respetar los propios ritmos vitales y sobre cómo gestionar tu tiempo para tu plenitud en Alta sensibilidad y gestión del tiempo (I).
Esto te ayudará a vivir desde el respeto hacia ti mism@ en vez de desde la indefensión aprendida
4. Pregúntate qué te gustaría hacer en vez de qué deberías hacer. Dicho de otra manera: cuidarse, respetarse, conectar con el propósito de vida.
Estudiaste ‘x’ o ‘y’. Luego conociste a ‘z’. Trabajas de ‘x’ o ‘y’ y estás casado o casada con ‘z’. ¿Esto es lo que quieres? Sólo cuándo te atreves a contactar con lo que realmente quieres, y a pensar que puedes efectuar cambios en tu vida en base a ello, puedes conseguir lo que quieres.
A ver… es cuestión de pensar en estas con matices, delicadeza, realismo y aceptación. No existe el trabajo perfecto. No existe la pareja perfecta ni la vida perfecta. No se trata de, ni hace falta, romper con todo para construirse una vida nueva (a veces sí lo es, pero es bastante dramático y lo más sabio es primero pensar en los reajustes que se puedan realizar). Se trata de detectar aquellas cosas en tu vida y aquellos patrones que están completamente desalineados con quien eres ahora para poder ir hacia un lugar que sea más amable y más auténtico. A veces hay que romper con algunas situaciones, otras con recolocarlas o realizar algunos ajustes ya vale. Pero, al menos yo, una cosa sí he aprendido: a veces, si no sueltas algunas cosas, no es posible ir hacia otro lugar. En la vida no existe espacio para todo. Soltando algunas cosas que ya no reflejan quien eres, puedes crear espacio en tu vida para otras nuevas que estén más alineadas con quien eres ahora.
En este caso, hará falta tomar decisiones. A veces a las PAS nos cuesta mucho tomar ciertas decisiones, porque sobreanalizamos. Pronto escribiré un post explicándote mi experiencia con esto y cómo tomar decisiones más fácilmente 🙂
Esto te ayudará a operar desde tus anhelos en vez de desde la indefensión aprendida.
En el siguiente post te voy a seguir contando cómo pasar desde la indefensión al empoderamiento desde un enfoque de pasado, presente y FUTURO. Y llegaremos a las conclusiones finales 🙂 ¡No te lo pierdas!
(continuará)
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Que interesante, Clara. Yo me he cansado de escuchar toda mi vida lo de «hija, qué sensible eres» pero como una crítica absoluta, incluso hoy en día lo escucho por boca de mi pareja. Y lo llevo fatal porque a veces me gustaría ser más dura, menos permeable al dolor, no sufrir tanto con los errores y la crueldad y desde luego saber enfrentar el día a día con más armas de las que tengo. Me siento muchisimas veces frustrada, muy sola e incomprendida y casi siempre totalmente indefensa. Mi padre nos pegaba muchísimo pero mi hermana conservaba el orgullo mientras yo me empequeñecido. Con unos 15 o 16 años se le enfrentó y él ya nunca le puso una mano encima. A mi siguió pegándome hasta alrededor de mis 20 años. Todavía hoy es su voz la que me insulta y me denigra en mi cabeza. Solo quería que me pegara pero sin verbalizar aquel desprecio tan enorme, aquellas palabras tan duras y tan denigrantes que grabó a fuego dentro de mi y que aún hoy me hacen ver a un ser monstruoso en esos espejos que tanto aborrezco